Hemos querido empezar nuestro blog de recetas con una receta “tramposilla” para esos momentos en los que no te sobra el tiempo. En concreto, Costillas de cerdo barbacoa (sin barbacoa)
Tenemos dos opciones para esta receta express:
- 25min Microondas, congelador, microondas
- 40min Microondas y horno grill
Para ambas recetas se requieren muy pocos ingredientes: una buena salsa barbacoa (en Tevas&Co las tenemos buenísimas) y un costillar de cerdo (del que puedes comprar en cualquier carnicería). Cuanto más humilde mejor, es decir, no compensa invertir para las costillas en cerdo ibérico, ni criado con castañas, etc… pues la grasa veteada en este plato no es una ventaja, si no un inconveniente.
El secreto para conseguir que se despeguen fácilmente
Las costillas barbacoa tienen un secreto muy sencillo y efectivo, el hacer una “paradiña” (un kitkat, un paréntesis, llámale como quieras) que permita a las costillas ganar temperatura, perderla y rematarlas con una buena marinada caramelizada.
Esos cambios de temperatura y la diferencia de velocidad en que varían carne y hueso son la mejor forma de garantizar que se van a despegar fácilmente.
Hemos cortado el costillar en dos, para probar ambas opciones con “exactamente” la misma materia prima. Hemos puesto ambas mitades ambas mitades en un plato y lo hemos puesto a cocinar en un microondas durante 10 minutos a máxima potencia.
Te recomendamos usar una tapa de microondas para que no se te llene el horno de salpicaduras de grasa. Sí, lo has adivinado 😉, como esas que se venden en Tevasco, pero merecen la pena para no tener que limpiarlo a fondo. A los 10 minutos hacemos la “paradiña”; pero como esta receta es para gente con prisas, vamos a envolver cada mitad de costillar en papel de aluminio, después de impregnarlo con abundante salsa barbacoa y lo vamos a meter en el congelador durante 10 minutos para forzar al máximo los cambios de temperatura que comentamos antes.
Cómo rematar la receta de costillas barbacoa para gente con prisas
Llegado este momento, tenemos dos opciones:
Más microondas:
- Sacamos el costillar del congelador
- Retiramos el papel aluminio, y volvemos a poner la costilla en el plato
- Repasamos que esté bien untado de salsa y volvemos a meter en el microondas por 3 minutos más (ahora si que es totalmente indispensable la tapa 😉).
Un toque de horno:
- Aprovechamos los 10 minutos de congelador para poner a precalentar el horno a 200º.
- Sacamos el costillar del papel de aluminio, repasamos que esté bien untado y lo metemos al horno durante 6 minutos
- Pasados los 6 minutos, rematamos con la función grill durante 4 minutos más.
El resultado:
Las dos formas son más que aceptables para menos de 30 minutos, y ambas permiten darse un placer sin demasiado esfuerzo un día entre semana.
Y, lo más importante, la facilidad con la que se suelte la carne del hueso será el mejor indicador de que ha merecido la pena.
Por último, 😉, para eliminar olores potentes en el microondas, y que a la mañana siguiente el café con leche no parezca un amanecer en Texas, prueba nuestro “Fury Mamá” para limpieza de microondas.